sábado, 29 de noviembre de 2008





Sesión 29 de noviembre.

Hoy trabajamos en torno a la memoria, al ejercicio de memoria de la escritura. Hablamos de la costumbre de escribir diarios. De Ananis Nin. Hablamos de los blogs y de cómo hoy son también un registro, un ejercicio de memoria, un diario. Hablamos brevemente sobre el lenguaje y la escritura y la ausencia.Leímos los posts más actuales de Sylvia Aguilar Zéleny, Buba Alarcón y Sara Uribe. Subrayamos el uso del blog como un registro de la cotidianidad en la anécdota del post de Buba "en lo azul". Vimos cómo en cambio en el post de Sylvia "Escena en un parque" la búsqueda en la memoria es más profunda y es el principio de un relato más extenso. Con el texto de Sara Uribe "recuento uno punto uno " trabajamos la estrategia de la enumeración, del relato cotidiano,de cómo cada uno de los puntos plantea interrogantes y que estás interrogantes pueden servir también como punto de partida a otros relatos.

El ejercicio de escritura consistió en escribir un relato cotidiano, sucedido durante los últimos meses. Varias de las morras escribieron sobre su llegada a "el Mezón", hubo un ejercicio en particular que nos gustó mucho a todas y que era una crónica de un día en "el mezón". Notamos que las morras cada vez escriben textos más extensos.

Hoy hablamos sobre la presentación el CECUT, el 6 de diciembre. Entre todas decidimos cómo se presentará el proyecto y decidimos intentar conseguir el permiso para que algunas de ellas nos puedan acompañar.

Seguimos...

session 22.11.08 con Olimpia Ramirez

UN TALLER DE ESCRITURA INFANTIL




si tuviera ...





que deseas tu?



la historia de Angela -- el poder de las palabras y la imaginacion







Las mentiras saben a alegria
Los sabados 
saben a caricaturas
Los sueños
saben a ...
La tristeza
saben a dolor




Platican en el sol muchos elefantes sonrientes flotan en el agua

Tan tristes dos pajaros azules cantan en el bosque de noche



Muchos elefantes sonrientes flotan en el agua en el bosque de noche



Imaginan el silencio cerca de la luna en casa



Platican cerca de la lona dos pajaros azules. (Luisa)



Entre mis manos las nmentiras mueren los sueños flotan en el agua (Linka)



Tan tristes las palabras se esconden cerca de la luna (Esme)



Nacen todos los dias: mis manos aman los sueños
como gallinas las plabras se esconden con los gatos mueren.




Todos los dias los sueños mueren dentro
en casa de noche los sueños mueren. (Del)



mi planeta es...







Lectura de Carlos Sánchez.

















viernes, 14 de noviembre de 2008

lunes, 10 de noviembre de 2008

Sesión 8

Casi nadie lo sabe, pero él es una de mis personas favoritas. La mayoría lo conoce como Roberto Castillo, Johnny Tecate, el profe, el Rober Castillo, etc., para mí es simplemente “el Rober”, así, sin apellidos, títulos o implementaciones académicas. Él tiene la facilidad de enamorarte con su simpatía, sus palabras, su modo de hablar, de abrazarte por más de diez segundos cuando lo necesitas: ese abrazo de cariño.
A las morras les pasó exactamente lo mismo en esta 8va. Sesión. El proyecto está en su tercera etapa: escritores invitados. En esta sesión yo iba a estar de observadora, el taller lo presidían Lore y el Rober –yo de pegoste- pero no quería perderme la oportunidad de escuchar y ver las reacciones de las morras. Al llegar al cuarto piso –ahí es dónde se realizan las sesiones- sentí el hueco en el estómago: eran muchas, más que siempre. Conté 35 que después se convertirían en 37. Muchas me saludaron. Sentí bonito escuchar que me llaman por mi nombre. Me molesta demasiado no poder tocarlas, reírme abiertamente, platicar como si fueran mis amigas. Sé que no las conozco y que ellas no me conocen a mí, pero, ¿es verdad? ¿No me conocen? ¿No nos hemos visto durante las sesiones? ¿No me sé los nombres de varias de ellas? ¿No me pareció extraño buscar la cara de María –la sra. que leía tan bonito- y no encontrarla? Ya salió, me dijeron. Me alegré. Ojalá y logre adaptarse a la vida nuevamente sin tener que meterse nada. Ojalá y se reencuentre. Ojalá que lea, que lea. Que pueda integrarse sin sentirse extranjera. Que olvide, por favor, que olvide.

Todas estaban acostadas sobre su estómago, atentas escuchaban la voz del Rober. Una de las morras asistía a Lorena y estaba repartiendo las hojas para el ejercicio. Le ayudé a repartir los lápices. Por más que lo intenté, no logré quedarme sentada y calladita en un rincón –tengo que trabajar en eso-. Les pedí que guardaran silencio, que escucharan a las compañeras, que escucharan con atención las indicaciones, etc., Traté de entrometerme lo menos posible, pero sufrí, mi voz no se quería quedar en mis adentros.

Escuchar a las morras, aplaudir al final de la lectura de un texto, verlas emocionadas escribiendo, y con una lágrima a punto de estallar sobre sus ojos, ver la transformación en sus caras al momento de crear sus mundos propios, es… escalofríos en el cuerpo, tragar saliva, sentir el cuerpo caliente, tirarse al precipicio y caer en algodones. Es rendirle tributo a la palabra: su palabra.

En esta sesión las morras se la rifaron, escribieron textos estupendos. Me quedé con frases de varias en la memoria

“Amo un cigarro a las 8:00 de la mañana”

“Amo el ruido de los carros, de las llantas cuando rechinan”

“Amo el canto de los pájaros”

“Lloro cuando la soledad me tapa con su sábana”

“Amo llegar tarde al trabajo y sentarme en la computadora, y no escribir nada”

“Lloro el frío cuando nadie me abraza”

Autoras varias.

Afuera llueve mientras escribo y el aire choca contra mi hombro derecho. La lluvia ráfaga me recuerda que es noviembre. El silencio me mira de soslayo y ríe. El agua cae del cielo, y no de mis ojos. Es buena señal.

sábado, 8 de noviembre de 2008

Sesión 7

Miriam García y Abril Castro

Esta vez nos acompañaron 31 mujeres. Nos recibieron con entusiasmo, después de la pregunta obligada ¿quieren quedarse?, todas dijeron que sí.

Era 2 de noviembre, así que se planearon algunos ejercicios alusivos al Día de Muertos. Empezamos con un ejercicio de relajación, luego nos sentamos en círculo y empezó la proyección de


CUENTO
Personaje
Trama
Estructura

que trabajamos a partir de una presentación en ppt. Ahí revisamos de nuevo el cuento de Augusto Monterroso, "La rana que quería ser una rana auténtica":

"Había una vez una rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.
Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.

Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.

Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.

Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo."

Nos apoyamos en esta historia cortita para que las morras pudieran identificar al personaje principal, el inicio, el conflicto, el desenlace y comprender la trama. Enseguida distribuímos las copias de un par de textos para que entre todas identificaran los puntos que acababamos de analizar.

Leímos:
"La puerta", de Josefa Isabel Rojas Molina, y
"La estrella de la calle sexta", de Roberto Castillo.

Del primer texto se desprendieron varias preguntas, una de ellas fue ¿por qué no nos dice que pasa después? Cada una elaboró sus propias conclusiones sobre lo que pasaba cuando el visitante nocturno de Ella empujaba la puerta. Este ejercicio sirvió para abordar los tipos de historias, circulares, de final abierto o cerrado.


El texto de Roberto les gustó mucho, seguro porque La Estrella es un salón de baile muy socorrido y popular. La mayoría lo conoce, además de que el cuento recrea el ambiente en las mesas, el baile, la noche en La Estrella. Creo que también el lenguaje de esta historia fue importante para captar la atención de las talleristas y su evidente identificación con la historia.
"Prefiero fumarme la luna", repitieron varias.

Enseguida vimos un video sobre la celebración del Día de Muertos:







Tras esta proyección, les distribuimos colores de madera y fotocopias de las calaveras diseñadas por Posadas. El ejercicio consistió en escribir un cuento a partir del personaje que representaba cada calavera. Cuando terminaron, cada una leyó en voz alta su historia.
Estamos escaneando sus trabajos para que los conozcan.