sábado, 8 de noviembre de 2008

Sesión 7

Miriam García y Abril Castro

Esta vez nos acompañaron 31 mujeres. Nos recibieron con entusiasmo, después de la pregunta obligada ¿quieren quedarse?, todas dijeron que sí.

Era 2 de noviembre, así que se planearon algunos ejercicios alusivos al Día de Muertos. Empezamos con un ejercicio de relajación, luego nos sentamos en círculo y empezó la proyección de


CUENTO
Personaje
Trama
Estructura

que trabajamos a partir de una presentación en ppt. Ahí revisamos de nuevo el cuento de Augusto Monterroso, "La rana que quería ser una rana auténtica":

"Había una vez una rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.
Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.

Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.

Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.

Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo."

Nos apoyamos en esta historia cortita para que las morras pudieran identificar al personaje principal, el inicio, el conflicto, el desenlace y comprender la trama. Enseguida distribuímos las copias de un par de textos para que entre todas identificaran los puntos que acababamos de analizar.

Leímos:
"La puerta", de Josefa Isabel Rojas Molina, y
"La estrella de la calle sexta", de Roberto Castillo.

Del primer texto se desprendieron varias preguntas, una de ellas fue ¿por qué no nos dice que pasa después? Cada una elaboró sus propias conclusiones sobre lo que pasaba cuando el visitante nocturno de Ella empujaba la puerta. Este ejercicio sirvió para abordar los tipos de historias, circulares, de final abierto o cerrado.


El texto de Roberto les gustó mucho, seguro porque La Estrella es un salón de baile muy socorrido y popular. La mayoría lo conoce, además de que el cuento recrea el ambiente en las mesas, el baile, la noche en La Estrella. Creo que también el lenguaje de esta historia fue importante para captar la atención de las talleristas y su evidente identificación con la historia.
"Prefiero fumarme la luna", repitieron varias.

Enseguida vimos un video sobre la celebración del Día de Muertos:







Tras esta proyección, les distribuimos colores de madera y fotocopias de las calaveras diseñadas por Posadas. El ejercicio consistió en escribir un cuento a partir del personaje que representaba cada calavera. Cuando terminaron, cada una leyó en voz alta su historia.
Estamos escaneando sus trabajos para que los conozcan.

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